miércoles, 5 de octubre de 2011

Profesores de español

Acaba de publicarse El español en la maleta, una recopilación de relatos escritos por profesores de español de todo el mundo; relatos que tratan de... los profesores de E/LE.


El español en la maleta. Relatos de profesores de español por el mundo. Esquema Ediciones, S.L.

Mi amigo Manolo Rosales ya me advirtió hace unos años que este tipo de ediciones estaba animando el sector editorial cuando él mismo tenía entre manos una recopilación de anécdotas de la policía local. En ese momento no se me ocurrió pensar que el mundo del E/LE podía  dar de sí tanto como el de la construcción, los cuerpos de seguridad, el periodismo o la justicia. Aún no conozco el contenido de estos relatos pero sólo saber que existe ya me ha alegrado el día; estoy seguro de que hay un par de anécdotas que he vivido y que me encontraré entre sus páginas. De hecho, creo que más de uno de vosotros también las ha experimentado en algún momento.

1) La escuela donde trabajaba acababa de hacer una importante inversión en medios didácticos, así que ahora el grupo de profesores contaba  con un fantástico proyector para conectar al ordenador portátil. Ahora podíamos mirar con desdén al retroproyector -¡cómo pesa esta máquina infernal!-, a las cartulinas -¿por qué no se pega a la pared?- y a los rotuladores -¡otra camisa arruinada!-. La noche antes dejé preparada una presentación en powerpoint en la que me había dejado las pestañas para explicar el contraste entre pretérito indefinido e imperfecto. Y cuando va a comenzar mi obra... en la pared aparece un mensaje terrorífico: "No signal". A partir de ahí el rojo vergüenza se convierte en rojo rabia y el aparato comienza a ganar puntos para ser más odiado aún que las tizas blancas.

2) Llego a la escuela un lunes y me han asignado un estudiante que tiene clases individuales con unas características especiales: léxico vinícola -nuestro estudiantes es sumiller-. Que no cunda el pánico, hay algunos conocimientos previos sobre los que trabajar. Después de dejar lista una sesión introductoria para empezar convenientemente llega la hora de recibir al alumno, y ahí estaba ese profesor con el rotulador de pizarra en la mano... pasan cinco, diez, quince minutos, ¡veinte! y entra el director, como de paso por allí: -¿qué haces? -pregunta. -Aquí estoy, esperando a un alumno que tiene clases privadas -le respondo. -Pues te está esperando en el aula 3 desde hace veinte minutos -me dice. "Tierra trágame".

Para subir la autoestima, no os olvidéis de que Andrés Bello fue profesor de español, entre otras actividades, durante su etapa en Londres. Todos hacéis un gran trabajo. ¡Ánimo con este nuevo curso!

http://elespaniolenlamaleta.blogspot.com/

2 comentarios:

  1. Muchas gracias por el post!
    Todos los que nos hemos dedicado a enseñar nuestro idioma tenemos, sin duda alguna, muchas cosas que compartir...

    Un cordial saludo desde Atenas.

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  2. ¡Muchas gracias por hablar de nosotros! Es verdad que en el libro hay muchas vivencias en las que los profesores de español se sentirán reconocidos.
    El blog del libro es http://elespaniolenlamaleta.blogspot.com/
    Os animo a leer el libro y a dejar en el blog los comentarios que su lectura os suscite
    Un saludo cordial

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